Bajar los brazos

Según mis cálculos, no muy exactos, debo haber corrido, desde el 2007 a la fecha cerca de 40 carreras de calle y nunca abandoné... hasta ahora.

Hace unos 10 días, al llegar al entrenamiento, me entero que hay una carrera de 10k y que la mayoría de mis compañeros de entrenamiento van a participar. No me moría de ganas de correr una carrera y menos 10k, todavía estaba disfrutando de las mieles de haber corrido mi primer maratón, pero me cae simpática la idea del desafío y me anoto. La parte mala: la carrera se corre un sábado a la tarde. No tengo ningún problema en particular con los sábados a la tarde pero las carreras en ese horario no me terminan de convencer, no se muy bien como manejar el tema del almuerzo y además siento que la carrera me corta todo el día. Pero ya estaba tomada la decisión.

Llegó el sábado, me desperté sin despertador a las 7:50 am, hice un poco de fiaca porque no me quería levantar tan temprano. En cuanto me levanto para desayunar, prendo al tele y veo la temperatura: 26 grados a las 8:00 de la mañana, ya empezaba a vislumbrar lo que seria el asfalto a la hora de la largada, estaba estipulada a las 17 hs.

No me hice demasiado problema, "la suerte esta echada", me preocupe por comer liviano y por hidratarme lo máximo posible durante todo el día. Desde que me levante hasta el momento de la largada había bebido 3 litros de liquido!!

Llegue al punto de encuentro aproximadamente a las 16:30 y sentía que el sol rajaba la tierra, por suerte había algunas nubes que por momentos daban algún respiro.

Entramos en calor, nos colocamos en la largada lo mas adelante posible y 3,2,1, LARGAMOS!!

Me había propuesto salir a 4´40" x km, creo que salí un poco más rápido pera enseguida me estabilicé. Corro el primer km, me da un parcial de 4´38", excelente. Km 2:  4´42", voy bien pero empiezo a sentir que me falta el aire, y enseguida empiezo a tener pensamientos negativos, tengo mucho, mucho calor, estoy sofocada, pienso "ojalá la organización haya agregado algún puesto de hidratación extra". Sigo corriendo y tratando de mantener el ritmo. Me digo a mi misma, trata de aguantar hasta el km 5 y después ves, pienso mil veces por segundo en que el físico no me da. Miro el reloj con GPS y me doy cuenta que llevo corridos 2,65 km, a esa altura creí que iba por el km 4. Me digo: este cuerpito no resiste ese esfuerzo, al llegar al km 3 paro...

Es la primera vez que paro en una carrera, pero no me preocupa, mi cuerpo estaba agradecido.

Ahí llega otra batería de preguntas Que estoy haciendo? Paré? Y si arranco, tal vez estoy a tiempo de hacer una carrera digna, a todas las preguntas mi cuerpo responde: Cerebro, ni se te ocurra, estoy hecho pelota. En el ínterin me pasa mi amiga y compañera de entrenamiento Moira y para. Nooooooooo loca!! Vos venís haciendo una buena carrera, seguí! Como veo que no quiere seguir arranco de vuelta, un poco para convencerla a ella de que siga y otro poco para testear si yo estoy tan muerta como creo.

Confirmado, estoy totalmente muerta!!

Moira arranca nuevamente y me quedo con la conciencia más tranquila. Ahí decido que voy a completar el recorrido, quiero mi medalla, pero trotando tranqui. 

Sigo trotando a 5´30" pero no lo puedo soportar, paro nuevamente. Ahí me alcanza otro amigo y compañero: Mariano. Trata con todas sus fuerzas de convencerme de que siga corriendo, lo miro seria y le digo: "Marian gracias pero no me dan las patas!!" Caminamos algunos metros y retomamos el trote, a duras penas llegamos al km 5 (no pasaban mas los km, a esta altura creo que hay un duende que esconde los carteles!).

Al llegar al puesto de hidratacion me detengo nuevamente, sentía que tenia la presión muy baja y en ese sector el solo estaba durísimo.

Caminé los mil metros siguientes y al llegar al km 6 me di cuenta que así no llegaba más. Arrancamos a trotar nuevamente pero como dos doñas Florindas, muy suave, y charlando y matando nos de la risa de los personajes que siempre hay en las carreras.

Así las cosas, llegamos a la meta en 59´41" tiempo neto. Por lo menos tarde menos de una hora!! A esa altura me consolaba con cualquier cosa. Pensar que hace 20 días estaba corriendo 42km y me sentía como una gacela y ahora me arrastraba tratando de completar 10km.

Soy de los que piensa que todas las experiencias no dejan un aprendizaje, en esta carrera creo que aprendí a reconocer cuando el cuerpo dice basta y a aceptarlo. No se si fue porque esta carrera no me importaba demasiado, si es porque estoy mas grande o porque las sesiones de terapia están dando sus frutos, pero ni por un instante me puse mal por haber bajado los brazos y no haberla peleado hasta el final. Pero ojo, no me fui sin completar el circuito.