Algunos corredores siguen todo tan al pie de la letra que prefieren pasarse a no llegar en cuanto a la hidratación, por lo que llevan la botellita de agua todo el día a mano para hidratarse correctamente. El problema es que en vez de los 2 ó 3 litros que necesitan pueden llegar a pasarse y algunos confiesan que beben hasta 5 litros al día, incluso en invierno y sin entrenar. Si bebes demasiado agua tu estómago no funciona correctamente, si la bebes de un golpe se llega a hinchar, se diluyen los jugos digestivos y se digieren mal los alimentos. Con el tiempo el estómago que es una bolsa hinchable se da de si y se hace más grande, pudiendo aparecer esofagitis de refugo y hernia de hiato. Además los riñones tienen que trabajar el doble para eliminar el líquido extra. Si además bebes demasiada agua en carreras puedes correr el riesgo de hiponatremia, debido a que al sudar pierdes sales minerales y al beber agua sin sales aumentas el volumen de líquido en sangre que se va diluyendo hasta extremos peligrosos e incluso puede originar la muerte.
Cómo mejorar tu alimentación:
Calcula cuántos litros de agua bebes al día. Si llevas una botella cuenta cuantas veces la llenas y si bebes en carrera también. No bebas más de 3 litros de agua al día, y si te preocupa la deshidratación en un día caluroso, sólo tienes que pesarte antes y después de la carrera, los kilos perdidos corresponden al agua sudada, y no suelen ser más de 1 kilo por hora, por lo que no tienes que beber tanta agua como piensas. Si estás sediento durante las carreras piensa que los atletas profesionales apenas beben agua en los avituallamientos y generalmente beben bebidas energéticas o agua con sales, por lo que no necesitas beberte una botellita de agua en cada avituallamiento, basta un sorbo cada 5 kilómetros si el día es caluroso o lleva tabletas de sales para diluir en agua si es un medio maratón o un maratón en un día muy soleado o en ambientes húmedos.
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